Psychos, zombis y otras catástrofes
Editorial: Penguin Random House
ISBN Digital: 9786071128256
Luego de que el virus zombi atacara a México e infectara a sus familiares y amigos, Jorge Antonio, UV y Alicia luchan por sobrevivir en un mundo donde cada vez hay más amenazas.
De José Luis Trueba, autor de La ciudad sin nombre y Mi señora, la reina maya.
Continuación de Amor, zombis y otras desgracias.
Sólo el fin del mundo y la epidemia zombi son catástrofes más grandes que ir a una nueva escuela y enamorarse...
Ha pasado el tiempo desde que Jorge Antonio comenzó una nueva vida en la escuela donde conoció a UV y Alicia, poco antes de que el mundo también comenzara una nueva etapa: la final. Cuando el virus zombi atacó a la ciudad de México, los tres chicos se unieron para enfrentarlo, pero pronto la infección se apoderó de sus compañeros de escuela, de sus familias, de sus amigos e incluso de sus enemigos. No había nada que pudieran hacer para detenerlo; sólo quedaba intentar mantenerse a salvo.
Ahora que los chicos no sólo han visto a sus seres queridos morir, sino que además han tenido que matar para protegerse, se encuentran atrapados en medio de una ciudad post-apocalíptica en la que el número de infectados crece y los recursos para sobrevivir se acaban. Refugiados en la casa de Alicia, parece que a ella, Jorge Antonio y UV sólo les queda su instinto de supervivencia, el cual los obliga a salir a enfrentar los peligros de la ciudad infectada en busca de armas y comida. Pero allá afuera los zombis ya no son el único peligro: corre el rumor de que se han formado grupos de enloquecidos, sobrevivientes a los que la devastación les hizo perder la razón, se mantienen con vida atacando sangrientamente a cualquiera, vivo o muerto, que se atraviese en su camino.
La idea de encontrarse con otros sobrevivientes se vuelve una realidad cuando los chicos son contactados a través del blog de UV: alguien, del otro lado de la ciudad, les pregunta quiénes son, y si pueden confiar en ellos. Jorge Antonio, UV y Alicia se preguntan exactamente lo mismo, pues allá afuera, todos son posibles enemigos. Inevitablemente, los chicos deberán abrirse camino entre los zombis que dominan las calles y dirigirse al encuentro con las aterradoras posibilidades de un mundo que se acaba, apostándolo todo por la oportunidad de no morir, al menos un día más.